Las revisiones sencillas en nuestro coche no son suficientes, y por ello hoy te contamos los cinco elementos del coche que debes cuidar más.
La mayoría de las veces, la revisión periódica que le brindamos a nuestros coches no es suficiente, ya que sólo abarca un vistazo a los frenos, los amortiguadores y se les hace cambio de aceite y de neumáticos, por lo que no se va más a fondo para poder corroborar realmente el desgaste de muchas de las piezas, pues si en un futuro cercano se llegan a romper o a averiar, su reparación podría costarnos bastante caro, incluso miles de euros.
Por eso desde Desguaces Melli, a continuación, te decimos cuáles son los elementos de tu coche que debes cuidar más.
Cinco elementos del coche que debes cuidar más
Los cinco elementos de nuestro coche a los cuales deberíamos prestarles más atención durante las revisiones y por supuesto, también en la conducción y los consejos para cada uno de ellos según expertos son los siguientes:
• Prisas al arrancar: Las prisas al querer arrancar nuestro vehículo rápidamente, causan que se fuercen sus componentes, ya sea al arrancar o al apagar nuestro motor. Sólo basta que esperemos un minuto antes de iniciar la marcha para que el aceite pueda llegar a todas las partes de nuestro motor y así alcance una adecuada lubricación antes de comenzar nuestro viaje. Otro consejo es también llevar una conducción lo más relajada posible y sin acelerones, hasta que notemos que el coche ha llegado a la temperatura de servicio.
• Un desgaste prematuro en el embrague: Los vehículos que poseen caja de cambios manual por lo general sufren de un desgaste prematuro debido al mal hábito que tienen muchos conductores de dejar el pie sobre este mismo, ya que ello genera un poco de presión él. Lo mejor es siempre reposar nuestros pies en el espacio que esta adecuado para ello y no sobre el pedal.
• Los frenos: Uno de los grandes olvidados en nuestro coche es el líquido de frenos, y también si no se revisa el sistema de frenos podría oxidarse y causar algún accidente grave. Si desde la última sustitución el coche superó los 60.000 kilómetros o si no se ha cambiado el líquido de frenos en 2 años, es momento de revisarlo y cambiarlo. Por supuesto, debemos adquirir sólo productos que cumplan con las normas que el fabricante exige.
• Impurezas que se acumulan en el motor: Las impurezas acumuladas en los circuitos de lubricación podrían provocar un desgaste prematuro en nuestro motor. Por ello es de suma importancia que sólo utilicemos aceites lubricantes que cumplan con las características y las normativas del fabricante, pues ellos también disolverán los depósitos de impurezas haciendo que nuestro motor tenga un mayor rendimiento.
• Mala refrigeración: El encargado de regular la temperatura del motor de nuestro vehículo, es el circuito de refrigeración, y si este no funciona de forma correcta, podría hasta causar una rotura en el motor. Hasta por desconocimiento a veces se podría llegar a rellenar el circuito de refrigeración con agua, y esto es bastante peligroso, pues podría oxidar los componentes de nuestro coche.
